¿Quieres que tu experiencia de sexo anal sea lo más placentera posible? Estás de suerte, porque hay una forma de conseguirlo: El entrenamiento anal.
Y estoy lista para contártelo todo.
Analizaré por qué el entrenamiento anal es tan necesario y te guiaré a través de los consejos, juguetes y acciones que lo hacen posible.
Para cuando termines este artículo, deberías sentirte fortalecido y en camino hacia el placer anal.
Es un método para preparar el ano para el sexo anal. Aunque muchas personas disfrutan del sexo anal, no es posible sin preparación.
¿Empezarías un nuevo plan de entrenamiento con pesas extremadamente pesadas? No empezarías con las más ligeras y poco a poco aumentarías el peso.
El entrenamiento es algo así.
Primero, tienes que asegurarte de que tu ano está acostumbrado a la penetración. Esto se hace jugando con el ano más a menudo, con y sin juguetes.
Empezarás con un juguete (o un dedo) y a medida que vayas avanzando irás aumentando el tamaño de los objetos.
La sensación será cada vez más familiar. Y a medida que te acostumbres a la sensación de que te penetren por la puerta trasera, te será más fácil relajarte.
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Y como la relajación es un componente clave para tener un sexo anal placentero, sabrás por qué el entrenamiento es útil.
Obviamente, tu entrenamiento hará posible que puedas disfrutar de la penetración anal completa sin dolor.
El objetivo de esta preparación es que te sientas cómodo con las nuevas sensaciones de la experiencia anal.
El proceso puede realizarse solo, con tu pareja o con ambos. Hará que el sexo anal sea más seguro, más fácil y más agradable para el receptor.
Pero aquí está la mejor parte: El entrenamiento en sí mismo también puede ser placentero.
No hay ninguna regla oficial de cómo hacerlo. Y tampoco se sabe cuánto tiempo necesitarás practicarlo.
El objetivo de este proceso es mejorar tus experiencias sexuales. Y la mejor manera de hacerlo es saber lo que quieres.
Define tus objetivo:
¿Quieres aprender a usar cómodamente una amplia variedad de juguetes anales diferentes?
¿Tu objetivo es tener un sexo anal satisfactorio con tu pareja?
O tal vez lo haces por curiosidad y no sabes lo que quieres. En cualquier caso, el entrenamiento te será útil.
Aparte de algunas reglas básicas importantes (de las que hablaré más adelante), no hay una manera correcta o incorrecta de hacerlo.
Cuando utilizas músculos que no estás acostumbrado a usar, tendrás que hacer cosas que no estás acostumbrado a hacer.
Piensa en el entrenamiento como una preparación de tu ano para lograr nuevas y excitantes sensaciones.
La mente y el cuerpo están conectados y se influyen mutuamente. Esto significa que si estás tenso, tu cuerpo probablemente reflejará esa tensión.
Para tener una experiencia placentera, trata de aflojar y relajar.
En otras palabras, estar estresado es lo opuesto al estado de ánimo que necesitas para poder poner cosas en tu ano.
Para que sea todo un éxito, debes ser capaz de relajarte a voluntad. Recomiendo practicar la relajación profunda antes de pasar a los aspectos físicos del entrenamiento anal.
Los ejercicios de respiración profunda son un buen punto de partida. Aprender técnicas como esta también te ayudará a disfrutar más de tus experiencias de sexo anal.
Al enseñarte a ti mismo a relajarte, no te distraerás tanto con la charla mental.
Como resultado, serás capaz de sumergirte más profundamente en el placer que experimentas durante el juego anal.
Otro aspecto clave es conseguir un estado de ánimo adecuado para la penetración.
Una forma de hacerlo es compartir una copa de vino con tu pareja o encender algunas velas. Podríais daros un baño, un masaje, o poner música relajante.
Haced lo que sea necesario para entrar en un estado mental de calma. ¡Que sea un evento especial!
A diferencia de la penetración vaginal, la anal no es algo que puedas hacer espontáneamente.
Así que planifica tus sesiones de entrenamiento (ya sea solo o con tu pareja) con antelación.
Intenta elegir un momento en el que tengas unas horas libres y no te molesten.
Al igual que la relajación, la lubricación es una parte esencial del proceso.
Los tejidos del ano no son tan elásticos como los de la vagina. Tu ano y tu recto no se lubrican por sí mismos, ¡así que depende de ti!
Hay muchos lubricantes en el mercado, pero no todos son beneficiosos para el ano.
Elige un lubricante anal con una consistencia geloide para no tener que reaplicarlos tan a menudo. Además, su textura más espesa crea una barrera más eficaz contra la incomoda fricción.
Puedes usar un lubricante a base de silicona (se sabe que duran más), pero las opciones a base de agua tienden a ser más compatibles con los juguetes sexuales.
Los lubricantes vaginales tienen una consistencia más fina que no funciona tan bien para el ano, así que evita utilizarlos en esta zona.
Aplica mucho lubricante tanto en el área externa como en el objeto (dedo, juguete o pene) que vayas a insertar.
Si en algún momento notas demasiada fricción, es una señal para que hagas una pausa y apliques más lubricante.
Antes de que alguien más se acerque a tu ano, deberías explorar el territorio por tu cuenta.
Puedes comenzar dándote un masaje o acariciando suavemente tu área anal externa mientras te masturbas.
Una vez que te familiarices con esa sensación, puedes intensificar la experiencia.
Usando mucho lubricante, experimenta introduciendo la punta de tu dedo en el ano.
Probablemente notarás que la apertura está bastante tensa, inicialmente.
Presta atención a los pensamientos o sentimientos que tienes para hacer que sea más fácil relajar el área.
Liberar toda esa tensión hará que sea más fácil insertar más dedos y luego agregar un segundo o un tercero.
Todo esto debe hacerse muy lentamente, en el transcurso de varios días o semanas. Hacerlo tan despacio te ayudará más tarde cuando progreses en la inserción de objetos más grandes.
Familiarizarte con este territorio inexplorado puede aumentar tu confianza cuando añadas un compañero a la mezcla.
Una vez que te hayas familiarizado con tu propio ano y hayas aprendido a relajarte a voluntad, es hora de continuar tu entrenamiento.
Aunque no necesitas usar juguetes para esto, este accesorio hace el proceso mucho más fácil.
El esfínter anal es un músculo frágil, y tratar de insertar algo demasiado grande puede causar daños. En su lugar, tendrás que ir aumentando el tamaño poco a poco.
Y recuerda, nunca vayas más allá de lo que te resulte cómodo.
A continuación, analizaré los mejores juguetes para ti.
Los plugs vienen en todas las formas y tamaños y son el mejor amigo del principiante anal.
Incluso si nunca has usado uno, probablemente has oído hablar de estos populares juguetes sexuales.
Los plugs son juguetes sexuales con una forma cónica para facilitar la entrada en el ano. A diferencia de los dildos, estos juguetes están diseñados para ser insertados y dejados ahí por un tiempo.
Su función es la de relajar y estirar los músculos de tu esfínter, preparándote para el sexo anal. No sólo es útil para el entrenamiento, sino que muchos encuentran la sensación agradable.
Es el perfecto juguete para principiantes, pues son simples y fáciles de usar. Sólo tienes que lubricarlo, aplicar un poco de lubricante en el ano e insertarlo suavemente.
Puedes dejarlo ahí durante el sexo, los juegos preliminares o la masturbación. Y como estimula los nervios del ano, puede intensificar tus orgasmos.
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Como principiante, querrás seleccionar un tamaño pequeño para empezar.
Cuando estés listo para subir de nivel, puedes pasar a un plug de un tamaño más grande o con vibración.
Las bolas son otra buena opción para los principiantes interesados en el sexo anal.
Son una cadena de bolas de diferentes tamaños que puedes insertar, de una en una, en tu ano.
Al igual que el plug, puedes dejar las bolas dentro de ti durante el sexo o los juegos preliminares.
A algunas personas les gusta insertar varias bolas y luego retirarlas lentamente, una a una, para conseguir una sensación más intensa.
Los novatos deben comenzar con bolas anales cónicas ya que las cuentas más pequeñas de la parte superior serán más fáciles de insertar.
Son perfectas para estirar gradualmente el ano y poder manejar objetos más grandes. Después no tendrás problemas en practicar la penetración anal.
Otra buena opción para los principiantes es un kit de entrenamiento, con varios tipos de juguetes de diferentes formas.
Como novato, puede que no tengas ni idea de por dónde empezar a seleccionar los juguetes.
Con un kit anal para principiantes, tendrás varios juguetes para elegir.
Si eres nuevo en el mundo anal, no te recomiendo que empieces con accesorios vibradores.
En su lugar, creo que deberías abrirte camino hasta los juguetes sexuales que vibran.
Cuando eres un novato, penetrar en el ano con cualquier cosa puede ser una sensación tan intensa que las vibraciones simplemente no son necesarias.
Sin embargo, una vez que te sientas cómodo con la inserción de objetos en el ano, los juguetes vibradores pueden ser muy divertidos.
Empieza con un pequeño vibrador antes de pasar a los consoladores o a la penetración completa.
Una vez que te sientas cómodo usando algunos de los juguetes que acabo de mencionar ¡estarás listo para pasar al sexo anal!
Hay una forma correcta y otra incorrecta de usar los juguetes sexuales para el entrenamiento.
Aquí tienes algunos factores que debes tener en cuenta para garantizar la seguridad durante su uso:
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Este proceso puede ser lento para algunas personas, pero trata de no frustrarte. La frustración puede llevar a las prisas, lo que puede aumentar las probabilidades de molestias o lesiones.
Aunque el esfínter anal es un músculo fuerte, también es frágil. Entra en un estado mental relajado, practica la respiración profunda, y ve despacio.
Recuerda que el sexo se supone que es una experiencia divertida y placentera.
Si en algún momento notas que te impacientas, probablemente sea el momento de ir más despacio. Siempre puedes volver a tu entrenamiento anal más tarde, cuando estés en un estado mental más tranquilo.
No hay una respuesta única a esta pregunta. Todo depende de cómo te sientas.
Sabrás que estás listo para pasar a un juguete más grande por cómo se siente uno más pequeño.
Y sabrás que es hora de progresar al sexo anal cuando puedas llevar cómodamente un juguete de diámetro igual al pene de tu pareja.
Este proceso no es algo que se haga solo una vez. Como cualquier otro músculo, si se deja de usar, tu ano volverá a ser como era antes de que lo entrenaras.
Por esta razón, el entrenamiento anal debe ser un proceso continuo.
Si han pasado unos días, semanas o meses desde tu última sesión, comienza con un juguete más pequeño. Luego, puedes trabajar en tu camino hacia el sexo anal de nuevo.
Probablemente notarás que después de haberlo hecho una vez, el proceso es cada vez más rápido.
Con suerte, ahora te darás cuenta de que el sexo anal no tiene que ser doloroso. Mientras te entrenes, no hay razón para que experimentes molestias.
Sólo recuerda ser paciente y tomarte las cosas con calma. Nunca te fuerces a ir más allá de lo que te sientes cómodo. Y, por supuesto, siempre usa mucho lubricante.
Principiante, tu entrenamiento anal ha finalizado. ¡Enhorabuena!